El sombrero

El texto a continuación es un traspaso fiel al texto original escrito por Miguel
Un amigo estudiante de Artes Plásticas en la Universidad Central, retrata la mendicidad del Centro Histórico de Quito como su proyecto de tesis. Cuando él me explicó algunas de sus obras, la curiosidad por una de ellas me llevó a conocer a Fausto, “El Retratero de Jesús”. “Pincel de Cristo”, para algunos y “Picasso”, para los niños que juegan con él.

A Fausto, algunas veces lo había visto afuera de la Iglesia de San Francisco, sosteniendo un cartel:
“LA GENTE ES MALA
SOLO CRiTiCA”

No me acercaba, pero cuando lo hice descubrí en él una persona noble, a la cual no se le ha domesticado, como me han domesticado a mí, tanto; que no le preocupa tener casa, el auto, la ropa, cédula de identidad, ya ni tener nombre es importante, no le preocupa alimentarse, solo le interesa servir a Dios, “El que le enseñó todo”, por eso siempre dice:
“A Mi DiOS ME ENSEÑO A PiNTAR,
POR ESO PiNTO A CRiSTO,
PORQUE EL ES HiJO DE DiOS”

Cuando veo las obras de Fausto, entre imagen e imagen siempre aparece un hombre que trabaja todo el día ocupando un espacio tan pequeño de la plaza de San Francisco, a lo mejor un metro cuadrado, es decir a la Salida de la Iglesia. Siempre me pregunto, porqué la mayoría de personas que se encuentran en condiciones totalmente adversas, tienen la capacidad para florecer.

Fausto siempre dice algo al mundo, con un cartel. Una vez me impresionó con este:

“DE UNA NiÑA
SE HACE
UN RETRATO
50 CENTAVOS”

A mi me parece bueno que una persona escriba y dibuje con el afán de hacer el bien, pues qué mal puede existir en hacer un retrato por 50 centavos, en hacer un retrato de Cristo. En pintar a Luis Miguel, al grupo Menudo, y escuchar música de ellos.

Mientras me hacía un retrato, utilizando papel bond y esfero negro, me contó que los policías municipales siempre le quieren sacar del sito en el que trabaja. Yo le expliqué, que el trabajo de los municipales consiste en obedecer órdenes, “no lo hacen por malos, sino por hambre”. También me dijo que el sombrero que él usa estaba muy viejo y, que le gustaba un sombrero verde. Cuando terminó de retratarme, me dijo que no le debía nada. Pero, mejor le regalé el sombrero que a él le gustaba. Entonces terminó mi retrato con una dedicatoria:


POR FAUSTO
PARA MiGUEL

POR Mi ARTE
DiOS ME DA EL DON DE CRiSTO
PiNTO A CRiSTO i RETRATOS
SOLO QUiERO AYUDA
MATERiAL MEJOR

Gracias Fausto, Amigo.!!!



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