INFAUSTOS

Whenever I see a photo of Quito’s Church of San Francisco, I look a little closer. It is a gorgeous piece of architecture dating back to the 1500’s, resplendent with golden saints and mischievous cherubs. But these are not what interest me. I squint at photos and try to decipher the blurs, hoping to catch a glimpse of my beloved Fausto, and his thousand little Jesus’. Fausto is an artist. Other people might use other words to describe him: beggar or lunatic, but to me he is simply and radiantly an artist. For years Fausto has sat in the shadow of San Francisco, drawing Jesus with a passion unrivalled by any artist I have ever known. All day long, rain or shine, you can find Fausto and his ball point pen, furiously scribbling portraits of Jesus. Not only is he an artist, Fausto is a work of art. On the rare occasions when Fausto looks up from his art and shyly smiles at me, my heart flutters a little bit. His teeth are big and delightful, each one professing its individuality, like cro

Hoy quedan los contornos de una figura. Un hediondo dejo, asentado en calles y zaguanes. Permanece detrás de los parpados, el olor. La sonrisa. Que diablos, mas allá de las pulgas, de los demás roedores. Habita un hombre. En una indigencia de colores. En un primer instante, no tenía intenciones de visitar mi casa. Quería recorrer la ciudad por la noche. Acompañados de la grabadora de Fausto. Salíamos de recibir un premio, un reconocimiento a la página infaustos.blogspot.com Fui junto con Fausto a recibir el distintivo. El rostro de emoción, pacientemente, aplaudiendo a los condecorados a medida que eran nombrados. Y cuando éramos nosotros los que estuvimos por delante del oyente y el jurado. Fue un momento de alivio para mi. Recibiríamos un premio monetario, en un momento cuando la situación económica se encontraba asfixiada. Fausto a la expectativa de pinturas nuevas, pendiente de su hambruna, que no le falten colores. En lo que pueda, con toda generosidad y sin miramientos. Fausto e